Muchas veces, tanto quienes practican artes marciales como los que no, pueden llegar a pensar que el entrenar un arte marcial lo vuelve a uno invencible; y es bueno revisar esto para entender que el hecho de saber artes marciales no garantiza nunca poder ganar una pelea. Es verdad que a uno lo pone en una mejor posición o ventaja, pero nunca es tanto como para decir "a cualquiera puedo vencer"… ya que esa mejor posición es en verdad con respecto a uno mismo “sin saber artes marciales”, pero poco o nada sabemos de nuestro contrincante.
Es un poco triste ver como personas que entrenaron mucho un buen día, con algo de soberbia, se lanzan a la calle a enfrentarse a cualquiera, con toda la seguridad de que ganaran… y terminan dándose contra la pared... o mejor dicho, contra el puño de otra persona.
El deporte, un estilo de vida:
Hacer deporte es bueno; es bueno para la salud, lo mantiene a uno en forma, activo, entretiene y además sirve como una buena experiencia de vida. Todo eso está muy bien.
Uno puede pasar su vida dedicándole un tiempo al entrenamiento, como deporte y así llenar su vida siendo feliz haciendo lo que mas nos gusta, rescatando lo mejor de las artes marciales, como un estilo de vida, con su disciplina y enseñanzas. Pero volverse un “peleador”… es otra cosa.
El error:
Ser el mejor de la academia, el más rápido, el más fuerte… o simplemente bueno puede llevarnos a creer que “muy posiblemente” podremos vencer a cualquiera… pero esto es falso; no hay garantía, solo “cierta ventaja”. Y es que no puede pretender pelear actuando exactamente como actúas o te mueves en la academia.
El peleador:
Para aprender a pelear es necesario “pelear mucho”, enfrentarse, luchar, confrontar, perder, ganar, experimentar y obtener la experiencia.
Es necesario mantenerse en forma, para obtener un físico que aguante el trajín y el golpe; así como el movimiento correcto, tácticas, etc. PERO es INDISPENSABLE… pelear una, otra y otra vez. Con cada pelea uno se vuelve mas fuerte (a lo Dragon Ball), coge confianza, cancha, muñeca, tino, costumbre, calma, manejo… etc.
El camino:
Creo personalmente, que las artes marciales son el mejor camino para volverse un peleador, si uno lo desea; pero a la vez son un emocionante camino hacia una vida plena, sana, pacífica y llena de vida.
Para que las artes marciales realmente te enseñen a pelear, es necesario que el entrenamiento incluya peleas lo mas reales posibles, pero siempre en un ambiente controlado.
La decisión:
Aprender artes marciales para ser DEPORTISTA o PELEADOR, es cuestión de cada uno; pero hay que tener claro que son cosas distintas y tomar esto en cuenta antes de actuar.
Ahora dime tú: ¿ERES UN DEPORTISTA O TAMBIÉN UN PELEADOR? Leer más...